Acompañamiento terapéutico con perros… Dejar caer la mascara

Iniciar una técnica nueva que nadie conoce, no es un camino fácil, hay días que las cosas no salen, hay muchas respuestas que obtener y muchos asuntos que encajar. Tener como herramienta una perra tampoco lo es, hay a quien le atrae y a quien le molesta, muy relacionado con la propia historia y proyecciones de cada uno. No es fácil ver a un animal como un recurso sanador y dejar de pensar en ello como un capricho. Dar a conocer el formato de la sesión y los beneficios reales que se obtienen tampoco lo es, solo lo he conseguido a aquellas personas que han asistido a una sesión individual o grupal y lo han vivido como una experiencia propia. Es difícil de verbalizar, es tan sorprendente el resultado que sólo se percibe a través de la vivencia personal. Yo siempre salgo sorprendida de cada sesión.
Y cuando la vivencia se da, cuando la persona o el grupo decide asistir a una sesión con Pluma y conmigo, cuando estamos en ese espacio y cuando surge la conexión, todas estas dificultades se diluyen. Esas dificultades se convierten en mi en motivación, en ilusión, en ganas y confianza en la técnica. Esas dificultades que tuvieron los asistentes en llegar hasta allí, en conectar consigo y ver en realidad en lo que están, se convirtió en contacto, en apoyo, en ternura y en agradecimiento, incluso se despedirán jugando y se irán con otra energía.
Es esta evolución lo que lo hace sorprendente. Ver la máscara con la que llegamos, esa mascara con la que nos movemos por el mundo, que nos hace funcionar en nuestro automático y a través de la cual nos contamos que estamos “bien”, que “no pasa nada”, y nos topamos una, otra y otra vez con Pluma que nos vuelve a poner delante que esto no es así, que estamos dolidos, enfadados, en retirada o invasivos… y ser capaz de verlo y de ponerle conciencia, nos lleva a un contacto autentico y verdadero, con Pluma y con el mundo. Esto es la Gestalt Asistida con Perros. Esto es lo que me apasiona de la técnica. Y esta es la sensación con la que salgo después de cada sesión, de profundo agradecimiento, de satisfacción y de ganas de compartirlo.
Gracias a todas aquellas personas que hasta ahora se quisieron unir a Pluma y a mí en esta aventura! A las demás…. ¡Os esperamos!